Kuxaán Xúum, Cecilia Moo, libro ilustrado hecho a mano por artistas sobre la historia de Kuxaán Xúum (La cuerda de la vida)

Una vez que los extranjeros se apoderaron de estas tierras y después de algunos años de haberse asentado aquí en Maní, encontraron una caja de madera en el interior del cenote de Xcabachén. La misteriosa caja atrajo la atención del conquistador y el brillo de la codicia se reflejó en sus ojos. Luego la extrajeron del cenote y buscaron cómo abrirla, pero el intento no duró mucho, ya que los años y la humedad cedieron al golpe iracundo del extranjero. El misterio creció: dentro de la caja encontraron una soga elaborada con hilos de henequén. ¡Ningún metal precioso ni joya alguna había en su interior!

Kuxaán Xúum, Cecilia Moo, libro ilustrado hecho a mano por artistas sobre la historia de Kuxaán Xúum (La cuerda de la vida)

La Abuela de Maní había señalado años atrás que existía una larga soga cuya función era medir y calcular la distancia de un pueblo a otro con el fin de unirlos.

Sucederá que una soga larga una a los pueblos entre sí. Esta soga unirá a Maní con T’Hó [Mérida] y a otros muchos lugares

 

... sentenció cadenciosamente la abuela. Y para que la soga pudiera cumplir con esta encomienda, se le resguardó al interior de una caja y se le colocó dentro del cenote de Maní.

Kuxaán Xúum, Cecilia Moo, libro ilustrado hecho a mano por artistas sobre la historia de Kuxaán Xúum (La cuerda de la vida)

Extrajo la cuerda la avaricia del extranjero y al no encontrar ni oro ni ningún metal precioso, decidió devolverla a la caja. Cuando lo intentó, no cupo en su interior, por lo que decidió cortarla por la mitad. De un tajo la cortó y ahí donde se hizo el corte, ¡brotó sangre! Por cada corte que se le hizo, la sangre chorreaba a borbotones. De ahí su nombre: la soga que tiene vida o Kuxaán Súum, en la suave lengua de los abuelos y abuelas. Dicen que varias veces intentaron introducir la soga en la caja sin lograrlo, dejándola ahí, despedazada y desangrándose.

 

Cuando le contamos esta historia a hombres y mujeres, campesinos y campesinas vinculados/as a la Escuela de Agricultura Ecológica UYK, les preguntamos:

¿Qué podemos hacer para que la soga no se desangre totalmente? ¿Qué hacer para no dejarla morir?

“¡Anudarla!”, respondieron unos. - “¡Volver a unir los pedazos de la soga!”, dijeron otras. Y a partir de entonces ¡seguimos anudándonos unos a otros!

Kuxaán Xúum, Cecilia Moo, libro ilustrado hecho a mano por artistas sobre la historia de Kuxaán Xúum (La cuerda de la vida)

Algunas enseñanzas que nos deja este relato:

  •     Tenemos que trabajar para fortalecer los puntos que nos unen y no acrecentar los que nos dividen.

  •     La mujer –simbolizada en la profetiza– tiene un mensaje de aliento y esperanza; su presencia es fundamental. El patriarcado no tiene la última palabra en este mundo.

  •     Es importante destacar el valor de la mujer sabia y entrada en edad, en contraposición a los parámetros de belleza que solamente hacen alarde de la juventud.

  •     El inframundo –plasmado en el cenote– no es lugar de castigo, sino cuna de la esperanza en una vida entrelazada. 

  •     La cuadratura de la caja nos recuerda el todo y no solo las partes. 

  •     No podemos mirar la vida de manera fragmentada, sino que hemos de construir una mirada más integradora.

  •     La soga sangrante nos recuerda a los ancestros que han ofrendado su sangre, elemento vital en la cosmovisión indígena.

  •     Los mitos y las palabras antiguas y actuales tienen la función de fortalecer nuestra cultura.

Kuxaán Xúum, Cecilia Moo, libro ilustrado hecho a mano por artistas sobre la historia de Kuxaán Xúum (La cuerda de la vida)

Los hombres y las mujeres que vivimos en Yucatán hemos sido cercenados/as una y otra vez con la intención de hacernos olvidar nuestras creencias, nuestra lengua y todo el grandioso pasado que nos heredaron nuestros mayores. Han querido borrar e incendiar nuestra memoria. Las/os mayas de Yucatán contemplamos acongojadas/os la castración del sol y vemos marchitar nuestras flores, y con ellas nuestras vidas. Sin embargo, luchamos terca e incansablemente por mantener la unidad entre las familias y los pueblos, y resistimos a tanta amenaza neocolonizadora. 

 

Luchamos junto a otros pueblos originarios para que se nos reconozca como tales y exigimos respeto a cada etnia y a cada pueblo. Tenemos derecho a nuestra propia y particular identidad, formas de gobierno, lengua, comida, vestido, territorio, etc. y esto no es obstáculo para trabajar por la unidad de nuestra Amerindia. 

 

Nuestra lucha por la vida es lo que da fuerza a las comunidades indígenas y hará posible no sólo una unidad étnica continental, sino universal. Este será nuestro mejor aporte a otros pueblos y culturas, ya que todas/os estamos anudadas/os a los hilos vitales de nuestra Madre Tierra.

 

Maní, Yucatán, marzo de 2022.

 

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